Andrés Bello- Notilogia

fragmento de una carta que le mando el Libertador Simón Bolívar a su maestro Simón Rodríguez luego que el primero se enterara que ambos estaban en Colombia.
«¡Oh, mi maestro! ¡Oh, mi amigo! ¡Oh, mi Robinson, Ud. en Colombia! ¡Usted en Bogotá y nada me ha dicho, nada me ha escrito, sin duda Ud. es el hombre más extraordinario del mundo… Ud., maestro mío, cuánto debe haberme contemplado de cerca aunque colocado a tan remota distancia. Con que avidez habrá seguido Ud. mis pasos; estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Ud. mismo. Ud. formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. me señaló. Ud. fue mi piloto aunque sentado sobre una de las playas de Europa. No puede usted figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que usted me ha dado; no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha regalado … Amigo, si tan irresistibles atractivos no impulsan a usted aun vuelo rápido hacia mí, ocurriré a un apetito más fuerte: la amistad invoco… ».